Origen

El origen etimológico de la palabra Zettelkasten, que da nombre a este método, es alemán y viene a decir cajón deslizante. Igual que los que aún solemos tener en algunos escritorios de empresa, donde almacenar papeles y papeles que luego no sabemos qué nos aportan. Esos que no sabemos si podemos o no reciclar, o cómo buscar aquella nota que ahora resulta de vital importancia.

Conrad von Gesner (1516-1565) introdujo el método, para ser detallado siglos más tarde por Johann Jacob Moser (1701-1785). El sociólogo alemán Niklas Luhmann (1927 – 1998) hizo un uso extensivo llevándolo a la práctica. Niklas Luhmann tiene una historia fascinante a sus espaldas basada en este método, como por ejemplo su teoría general de los sistemas sociales. Profundizando en su historia descubriréis lo que es capaz de hacer la actitud de una persona para conseguir hacer realidad sus propósitos.

Objetivo

El objetivo de este método es facilitar la generación y el desarrollo de ideas, fomentando la creatividad, la reflexión y la conexión de conceptos de una manera efectiva. 

Este método te ayudará:

  1. En el proceso de ideación, capturando tus pensamientos, ideas y observaciones de manera rápida y efectiva.
  2. En la conexión de ideas, creando una red de ideas interconectadas que pueden dar lugar a nuevas ideas y perspectivas.
  3. En el desarrollo de proyectos personales, ayudándote a organizar y reorganizar de manera flexible tus pensamientos y argumentos.
  4. En tu proceso de escritura ayudándote a superar el bloqueo del escritor al proporcionar una fuente de ideas y conexiones recurriendo a tus notas para encontrar esa inspiración y material que necesitas.
  5. A tener un buscador eficiente de información a través de su sistema de conexiones y etiquetado de las notas.
  6. A evolucionar tu base del conocimiento, pues a medida que vayas agregando nuevas notas y relaciones ideas, tu grafo de conocimiento irá aumentando.

Método

¿Por qué?

Esta es la primera pregunta que nos tenemos que hacer cuando queramos empezar algo. En este caso la preguntá podría ser: ¿por qué con todas las aplicaciones que uso necesito aplicar un nuevo método? La respuesta la podemos encontrar desde una visión del análisis de datos: puedes tener una infinidad de datos, pero si no los tienes ordenados, conectados y contextualizados con los que poder extraer una buena historia de ellos, no te servirán absolutamente de nada.

Si sientes que tienes una gran cantidad de información muy dispersa entre aplicaciones, no conectadas entre ellas y con una profundidad que no me permita sacarle todo el provecho que necesitas, entonces puede que éste método sea para ti.

¿Para qué?

Si eres como yo, que no llegas a ser un polímata y te encanta saber un poco de todo y mucho de nada, te encanta aprender como también desaprender para volver a aprender, buscando conseguir ese objetivo que te hayas marcado en el momento actual. Si necesitas poder conectar puntos para dar solución a los problemas que se te planteen de una forma más simple, ágil e ingeniosa que conforme lo estás haciendo ahora sin tener un grafo de conocimiento conectado.

Resumiendo, para tener un método que te ayude a encontrar la mejor solución en ese momento sobre el problema que quieres resolver. Esto no lo podrás hacer sin tener las ideas trabajadas y conectadas entre ellas.

¿Qué obtendremos?

Con este método, de forma resumida, conseguiremos:

  • Un método para tomar, clasificar y utilizar notas de una forma más efectiva.
  • Una forma de recoger notas y relacionarlas entre sí al igual que actúa nuestra propia red neuronal, pero en este caso en modo digital. Somos nosotros quienes decidimos qué contenido tendrá cada nota y cómo las relacionamos entre ellas.

¿Cuáles son los principios sobre los que se basa este método?

Se trata de un método muy simple, al tener sólo 8 principios básicos qué seguir, pero esto no significa que sea un método fácil de aplicar. Dependerá mucho de tu constancia. 

Mi consejo, antes de ponerte a tomar notas como un loco y relacionarlas entre ellas, empápate bien de los principios. Desde el primero al último, interiorízalos y finalmente adáptalos a tu forma de pensar. Sin miedo a reflexionar de forma periódica sobre el hábito que acabas de adquirir.

Dicho esto, los principios sobre los que se basa el método son los siguientes:

  1. Atomicidad. Cada nota debe contener una y solo una idea. Esto es un patrón que se repite en otros métodos o marcos de trabajo, como por ejemplo en el mundo de la agilidad, con la definición de una historia de usuario.
  2. Autonomía. Cada nota debe ser comprensible por sí sola. Para mi, tanto este principio como el anterior van unidos. Si para entender una nota debes acceder a otras tantas, algo estás haciendo mal, otra cosa es que quieras profundizar en una idea a través de la relación existente entre varias.
  3. Enlace. Toda nueva nota debe estar relacionada con otra. Si finalmente está aislada, no sirve, habría que terminar descartándola en el proceso de revisión. Como toda buena historia de usuario, te puede contar una historia, pero si no conoces su contexto, cómo participa ésta en el hilo conductor de la historia, cómo forma parte de un mapa de historias, lo que estarás obteniendo es una interpretación que puede que no sea la correcta. Este punto es superimportante para poder ir creando tu grafo de red neuronal digital de conocimiento. ¿Cuál sería la función de una neurona si no pudiera hacer sinapsis con otras neuronas? ¿Qué sería de ti sin esas relaciones?
  4. Explicación del enlace. Junto a cada nota se debe especificar, de manera muy breve, porqué está asociada a otra nota. ¿Por qué? Pues muy simple, te pongo un ejemplo: puedes ir de Valencia a Madrid por una ruta u otra en coche, y la ruta que refleja en tu nota tiene una duración de 2 horas más de lo normal. ¿Por qué? Alguna de las respuestas podrían ser, porque quiero hacer una ruta más ecológica, porque quiero parar a mitad de camino para visitar a un familiar, … Tan importante es la historia que contiene la nota como el hilo conductor que une a dos notas.
  5. Palabras propias. Prohibido copiar y pegar. Esto te forzará a entender mejor la nota y que tu cerebro pueda asimilar la información con mucho menos consumo de energía. Richard Feynman nos indicaba ya esto en el cuarto paso de su método de estudio: reescribe y explica el tema como si se lo enseñaras a un niño.
  6. Referencias. Debes señalar la fuente o las fuentes de referencia para cada idea. Siempre es bueno volver al origen de la idea, de dónde has obtenido la información para poder volver a ella en cualquier momento, agradecer al autor o hacer referencia a ella cuando vayas a publicar algo sobre ello. Un ejemplo de esto nos sale en el libro “Supercomunicadores” de Aurora Michavila en el que una blogger publica ideas extraídas de otra escritora. Ambas quedan un día para hablar y la escritora saca el tema sobre el cual quería hablar y por el que había quedado, pues no entendía porqué la blogger publicaba contenido escrito por ella y no hacía al menos referencia a la fuente original. La respuesta, muy simple, al no tener almacenadas esas referencias, el contenido puedes asimilarlo a que es idea tuya, pues por tu cabeza pasan tantas cosas que todo lo que no se escribe y se retiene te puede llevar a pensar cosas que no son. La blogger tenía como referencia a la escritora y admiraba sus ideas, tomaba buena nota de ellas pero sin registrar el origen de sus notas. Por eso, luego a la hora de publicarlas ya no sabía de dónde provenían éstas y pensaba que realmente eran ideas suyas.
  7. Conexión. Cuando hay varias notas que están relacionadas, lo recomendable es describir también esta relación y sus implicaciones. Esta es una idea que cuesta llevarla a la práctica, pues necesitarás una nota de conexión para describir esa relación. Es un principio muy difícil de conseguir.
  8. Notas temáticas. Poco a poco las notas podrás comenzar a agruparlas por temas. De ser así, necesitarás crear una nota que las agrupe y muestre la conexión existente entre ellas. Al igual que el caso anterior, esto lo harás en el proceso de review o si ya lo tienes claro desde un principio, mejor que mejor. Esto, según la aplicación que uses, te resultará más o menos fácil, en mi caso lo hago agrupándolas con #tags.

Tipos de notas con los que nos encontraremos

El proceso de registro de una nota para Niklas Luhmann pasaba por tres fases, pero como he comentado antes, el método lo tienes que hacer tuyo para que te sea de utilidad.

Una primera fase pasa por la toma de notas fugaces, son notas en las que recoges ideas, pensamientos, flashes que te vienen a la mente y que finalmente dejas por escrito para posteriormente, con tiempo de calidad, poder procesar la información que has capturado. 

Dentro de la teoría multialmacén de Richard Atkinson y Richard Shiffrin, estas notas podrían tener su símil con la memoria sensorial, que permanece el tiempo necesario para su selección, identificación y posterior procesamiento.

Pasamos luego a las dos categorías que Niklas Luhmann ya archivaba en sus cajas deslizantes (por cierto, no sé si toda esa información registrada por Niklas Luhmann estará en algún museo o en algún sitio para poder ser visitada y consultada).

La primera de esas notas son las notas de literatura, que corresponden a las ideas que se extraen de las lecturas reflejadas en las notas fugaces. Son breves y deben estar escritas en palabras propias. Según el método, van en la caja de referencia y lo ideal es que se revisen todos los días. Entendiendo literatura como el arte de la expresión escrita o hablada, podríamos dar ese significado a la interpretación que hacemos sobre la información en escrito como si se lo estuviéramos comunicando a alguien. 

Siguiendo con la teoría multialmacén, esta nota tendría su símil con la memoria a corto plazo o de trabajo, con una capacidad limitada de retención, con el objetivo o bien de consumirla y desecharla o bien de hacerla permanente.

Con esto llegamos ya al último tipo de nota del método, son las notas permanentes, donde trabajamos la idea siguiendo los principios indicados por el método. Respecto a la teoría multialmacén, estaríamos en el concepto de memoria a largo plazo, donde las conexiones, temáticas y la historia que hay detrás de cada nota afianzará cada una de las memorias que nos encontremos en este almacén: explícita, semántica, episódica y/o implícita.

¿Cómo trabajar con este método?

Cada uno debe definir su método de trabajo, adaptado a su forma de proceder y pensar. El método que indico es una propuesta simplificada que os puede ayudar a iniciar vuestro camino. 

El método puede estar muy condicionado con la aplicación que uséis al final para registrar vuestras notas, con lo que empieza primero a revisar qué aplicaciones te podrán facilitar tu proceso.

Créate un Inbox para introducir las notas fugaces, y luego dos almacenes, uno de trabajo para llevar las notas literarias y otro para llevar las notas permanentes. Puede que esto te suene mucho a GTD de David Allen.

Antes de iniciar el proyecto, piensa y anota el objetivo que quieres conseguir. Por ejemplo: aprender mejor a través de un mejor registro de notas.

Sabiendo el destino de tu camino, define el porqué, qué es lo que te motivará ir paso a paso. Es muy importante precisar la razón por la cual es importante para ti lograr la meta que te llevará a alcanzar tu objetivo.

Cuando lo tengas claro, establece una meta específica. Se trata de definir los pasos a dar que te permitan verificar el cumplimiento de tu objetivo y que vas en el camino correcto. Esto lo puedes conseguir a través de la definición de objetivos SMART y aplicando la metodología OKR. Ejemplo: publicar una entrada en LinkedIn este mes en el que explicar el método Zettelkasten para el registro de notas.

Pon una fecha tope en la que conseguir el propósito de tu nuevo proyecto. Además de las fechas intermedias de control que nos iremos marcando en cada una de las metas, necesitamos acotar en el tiempo el proyecto que queremos iniciar.

Revisa cada día las notas fugaces y literarias, para luego elaborar al menos una nota permanente al día.

Al final del sistema tendrás un índice, palabras clave con un enlace a un punto de entrada a temas particulares en su caja. Luhmann solía vincular solo una, o a veces dos, notas permanentes.