Las bases de los hábitos en un solo artículo: qué son, por qué son necesarios, cómo funcionan y cómo podemos crear o destruir un hábito.

Empezamos.

¿Qué son los hábitos?

Los hábitos son pequeñas conductas repetidas que se convierten en automáticas. En El Rincón de Aquiles somos muy fans de los hábitos. Prueba de ello, que nos lanzáramos a empezar el podcast con este tema.

El error más común es confundirlos con las rutinas. Son primos hermanos, pero no son lo mismo.

Pasemos a entender la diferencia.

Hábito vs rutina

No te la voy a contar yo, sino que te lo va a contar Noemí Carro con este extracto uno de sus correos.

“Un hábito no requiere esfuerzo, es automático. En cambio, una rutina es una serie de acciones deliberadas, y claro que requiere esfuerzo realizarlas. La mayoría de lo que llamamos hábitos son en realidad rutinas, mezcla de acciones más o menos automáticas y acciones deliberadas, que requieren esfuerzo para ser iniciadas y mantenidas en el tiempo. Con esta distinción pasa algo muy interesante, y es que se trata de una solución definitiva a muchas de nuestras frustraciones. Cuando deseamos instaurar hábitos y en lugar de introducir pequeñas variaciones en nuestras acciones cotidianas decidimos cambiar toda una serie de cosas a la vez, estamos intentando instaurar una nueva rutina, no un nuevo hábito.”

No debemos confundir entonces hábito con rutina.

El hábito es automático, la rutina requiere de esfuerzo consciente.

Una vez hecha esta distinción, vamos a conocer el por qué necesitas a los hábitos.

¿Por qué son necesarios los hábitos?

Te guste o no, los seres humanos somos vagos por naturaleza. Nuestra disciplina y fuerza de voluntad son limitadas. La disciplina no es infinita.

Gran parte de nuestro día lo realizamos en piloto automático o semi-automático, entre hábitos y rutinas.

Aplicando la dicotomía del control, tenemos mucho sobre lo que influir. Podemos elegir que acciones convertir en automáticas (o semi-automáticas).

Productos que (te) generan hábitos

Hábitos vas a tener sí o sí. Por eso, vamos a tratar de entender su funcionamiento. Para ello, he recurrido a un libro muy conocidos por las empresas tecnológicas de Sillicon Valley: Hooked de Nir Eyal.

Te preguntarás: ¿qué tiene que ver todo esto con los hábitos?

Pues mucho la verdad. El arma más potente de una empresa es que usar su producto se convierta en un hábito.

  • Cada vez que queremos buscar algo, automáticamente recurrimos a Google.
  • Cada vez que queremos comunicarnos con alguien, accedemos a WhatsApp.
  • Cada vez que queremos saber como están nuestros amigos, nos metemos en Instagram.

Las grandes tecnológicas han aprendido el funcionamiento de los hábitos y han conseguido que usar sus productos, se convierta en un hábito para sus usuarios.

El cómo lo hacen, lo descubriremos ahora. La parte de productos se entenderá mejor tras leer el apartado Enganchado por Nir Eyal.

¿Cómo funcionan los hábitos?

Para entender el funcionamiento, describiré dos puntos de vista: los hábitos atómicos de James Clear y los productos que enganchan de Nir Eyal. Tras entender estos dos modelos trataremos de fusionarlos para entender de forma más completa el funcionamiento de los hábitos.

Hábitos atómicos por James Clear

Primero recibimos una señal. Este primer paso nos lleva a un deseo o anticipación de recompensa. El deseo nos lleva a realizar la acción (respuesta). Tras la respuesta, obtenemos una recompensa que refuerza el círculo. Y vuelta a empezar.

Cómo funciona un hábito por James Clear
Funcionamiento de un hábito propuesto por James Clear en Hábitos Atómicos.

Es la recompensa la que nos incentiva a repetir el comportamiento. Recuerda que los hábitos son acciones repetidas. Sin repetición no hay hábito.

Podemos entender el funcionamiento de un hábito con cuatro palabras: señal, deseo, respuesta y recompensa.

¡Qué complicado es simplificar y qué bien lo hace James Clear! El que tampoco se queda corto es Nir Eyal.

Enganchado por Nir Eyal

Las grandes empresas generan hábitos con sus productos. Literalmente, te enganchan. De ahí el título de Hooked (enganchado en español), donde Nir explica su propio modelo para comprender el funcionamiento de los hábitos.

Todo empieza con una señal o desencadenante. Dicha señal, nos impulsa a la acción. La acción nos lleva a la recompensa. Pero a diferencia del modelo de James esto no acaba aquí. Tras recibir esta recompensa, invertimos en esa acción.

Cómo funciona un hábito, modelo de Nir Eyal en Hooked
Funcionamiento de un hábito propuesto por Nir Eyal en Hooked.

Con ejemplos se entienden mejor las cosas, así que vamos a ello:

  1. Siento ansiedad (señal) y me meto en Instagram a ver que cuentan estos de El Rincón de Aquiles (acción).
  2. Recibo mi recompensa al ver que han subido un nuevo carrusel y encima hay nuevo podcast.
  3. El caso, que me pasó 20 minutos entre que me leo el carrusel, dejo un comentario y le echo un vistazo a sus post anteriores. Y encima me guardo el post porque me ha flipado.
  4. He invertido tiempo dentro de la app. Me he familiarizado con su funcionamiento y encima tengo un comentario que me van a responder que hará que vuelva a entrar cuando me salte la notificación (la señal).

Creo que con este ejemplo la parte de la inversión se entiende un poco mejor. Invertimos tiempo o dinero en un producto y en ocasiones es el coste hundido el que nos lleva a no dejar de usar X cosa.

Fusionando modelos : Las 5 fases de un hábito

Tanto el modelo de James como el de Nir son sumamente interesantes y tienen todo el sentido del mundo. ¿Por qué no nos quedamos con los dos para tener un modelo más completo?

Lo llamaremos el «modelo Aquiliano». Porque con esto del branding hay que ponerle nombre a todo. Para potenciar la marca y esas cosas.

Cómo funciona un hábito
El funcionamiento de un hábito: el «modelo aquiliano» una fusión del modelo de James con el de Nir.
  1. Señal.
  2. Anticipación de recompensa.
  3. Respuesta.
  4. Inversión de tiempo.
  5. Recompensa.

Los pasos 4 y 5 pueden producirse de manera simultánea, antes o después. Entrenar por ejemplo, la recompensa (o parte de ella) viene después : los resultados físicos. Instagram en cambio la recompensa y la inversión de tiempo van de la mano, es una recompensa inmediata.

Ahora que ya conocemos cómo funcionan los hábitos habrá que ponerlo en práctica, ¿no?

¿Cómo crear o destruir un hábito?

James Clear propone 4 leyes para crear y/o destruir un hábito. Cada regla corresponde a cada una de sus fases. Todo esto se expone en mayor detalle en su libro Hábitos Atómicos. En este apartado, entenderás las 4 leyes para que puedas aplicarlas en tus hábitos.

Las 4 leyes para crear hábitos

Te prometo que James Clear no nos ha pagado, aunque si tienes pensado comprar el libro y lo compras desde el link la comisión de Amazon sí nos llega 🙂

Ahora sí, vamos con las 4 leyes:

  • Hazlo obvio. Las cosas que más tenemos a mano son las que solemos acabar haciendo. Quieres leer, llena tu habitación de libros. Quieres comer sano, llena tu nevera de comida saludable.
  • Hazlo atractivo. Cuando algo nos atrae es mucho más fácil que lo acabemos haciendo. Quieres leer, busca libros que te atraigan. Quieres comer sano, cocina comidas a las que te apetece hincarle el diente.
  • Hazlo fácil. Cuanto menor sea la fricción y menos esfuerzo tengas que realizar, más probable será que hagas una acción. Quieres leer, ten libros a mano. Quieres comer sano, deja las comidas hechas el domingo para que ya no tengas que cocinar toda la semana.
  • Hazlo satisfactorio. Las recompensas a corto plazo son herramientas super-potentes para instaurar un hábito. Un buen truco para llevar a la práctica esta última ley es el encadenamiento de hábitos.

Las 4 leyes para destruir malos hábitos

Fácil, sencillo y para toda la familia.

Las mismas leyes para crear hábitos, a la inversa.

  1. Hazlo invisible
  2. Hazlo desagradable
  3. Hazlo difícil
  4. Hazlo insatisfactorio.

Tranquilo que no te voy a dejar así. Para que entiendas mejor estas leyes para destruir un hábito, vamos con un caso práctico.

Caso práctico: ¿Cómo dejar de usar Instagram?

No quieres usar Instagram.

Desinstalarlo del móvil puede ser tu solución (hazlo invisible). Aunque puedes empezar por apagar las notificaciones (hacerlo menos visible).

Recuerda cada vez que uses Instagram el tiempo que estás perdiendo. Un mero recordatorio puede convertirlo en desagradable. Sí, con la mayoría de hábitos negativos ser consciente de lo que pierdes al hacerlo basta para despertar una sensación poco placentera.

“Estoy aquí viendo el teléfono fijándome en la vida de otras personas que no me importan. ¿Qué estoy haciendo con mi tiempo?”

Si cada vez que usas Instagram lo tienes que volver a instalar, estás añadiendo fricción al proceso. Muchas veces por ese paso extra, no utilizarás la app (Hazlo difícil).

Aunque como (casi) todo, dependerá de tu contexto y tus objetivos. Estas estrategias las he implementado personalmente.

No digo que estén bien ni que estén mal, pero me ha ayudado a reducir mi tiempo dedicado a las redes. Si tienes el mismo objetivo, lo mismo te ayuda a ti también.


Los hábitos, un juego de largo plazo

En una sociedad donde prima lo instantáneo y queremos las cosas para ayer, esperar para conseguir resultados no es un mensaje muy sexy.

Lo siento mucho, pero los hábitos son así. Toca ser paciente.

No te olvides que los hábitos son acciones repetidas en el tiempo. Precisamente cuanto más repites, más resultados.

Los hábitos son el interés compuesto del desarrollo personal.

Expliquemos esta frase en profundidad. Pongamos que a raíz de leer este artículo, una persona empieza a entrenar, leer y escuchar podcasts. Empieza despacito y con buena letra, pero no deja de mejorar. Esto le hace mejorar un 1% cada día.

Representación del impacto exponencial de los hábitos. Los hábitos te hacen mejorar un 1% cada día.
Representación del impacto exponencial de los hábitos. Imagen adaptada y traducida del siguiente tweet.

Si la persona de nuestro ejemplo es capaz de mantener esa mejora de un 1%. En un año, esa persona será 36,78 veces mejor.

Vamos a las matemáticas que no son nada difíciles:

( 1 + 1% que mejoramos al día ) = 1,01

El segundo día tendremos 1,01 * 1,01 = 1,0201

Este 0,0001 son los primeros efectos del interés compuesto 🙂

Ahora imagínate esto en 365 días. Para no multiplicar 365 veces 1,01 * 1,01, lo elevamos a 365.

1,01 ^ 365 = 37,78

En vez de mejorar un 365% (1% * 365), hemos mejorado un 3678% (36,78).

Esto si que es interés compuesto. Y eso en un año, imagínate en una década, o en una vida entera.

Sergio -.