Creas en el destino o no, este artículo no te va a dejar indiferente. Conocerás el origen de la expresión amor fati de la pluma de Nietzsche, su parecido con el estoicismo, su relación con la muerte y cómo llevarlo a la practica. Al final, encontrarás una lista de mantras para recordarlo, por si quieres añadir esta herramienta a tu armamento.

Vamos a ello 🙂


Nietzsche sobre amor fati

Es Friedrich Nietzsche, el que acuña el término amor fati. Aparece por primera vez en su obra Gaya Ciencia.

«Quiero aprender cada día a considerar como bello lo que de necesario tienen las cosas; así seré de los que las embellecen. Amor fati: sea este en adelante mi amor. No quiero hacer la guerra a la fealdad. No quiero acusar, ni siquiera a los acusadores. ¡Que mi única negación sea apartar la mirada! ¡Y en todo y en lo más grande, yo solo quiero llegar a ser algún día un afirmador!»

La Gaya Ciencia – Friedrich Nietszche (1882).

Ya en sus últimos libros, concretamente en el Ecce Hommo, Nietzsche dará una definición mucho más precisa del término:

«Mi fórmula para expresar la grandeza en el hombre es amor fati: el no-querer que nada sea distinto ni en el pasado ni en el futuro ni por toda la eternidad. No solo soportar lo necesario, y aún menos disimularlo, sino amarlo.»

Ecce Homo – Friedrich Nietszche (1888).

Para el filósofo alemán, amor fati es amar las cosas. No solo soportar, sino querer que las cosas sucedan como suceden. Vivir y amar los sucesos que componen tu vida.

Fue Nietzsche quien acuño el término 'amor fati'
Fue Nietzsche quien acuño el término ‘amor fati’. Fuente.

A todos nos han hecho la típica pregunta de qué cambiarias si pudieras viajar al pasado. La respuesta de Nietzsche sería nada. Si le dieran la oportunidad de repetir los sucesos eternamente, cada una de las veces, elegiría lo que le ha sucedido.

Aunque Nietzsche fue quien acuñó el término, la filosofía estoica ya hacía uso de esta herramienta. Para entender la visión del estoicismo, debemos meternos un poco en su física.


El Destino estoico

Vamos con un poquito de física estoica, sin entrar en complicaciones. Los estoicos son deterministas. Para ellos, el futuro está dado. El Destino tiene un plan prefijado y no se puede cambiar. Nada ni nadie escapa de sus manos. Ir en contra del Destino es como nadar contracorriente. Tarde o temprano, te acabará arrastrando.

«Los destinos guían a quien los acepta, pero arrastran a quien se les resiste.»

Cleantes de Asos.

Agárrate que vienen curvas. Una de las partes determinadas es nuestra propia libertad. Nuestra libertad de acción es parte del Destino. Estamos condenados a ser libres.

De esta forma, los estoicos unen el determinismo cosmológico (plan prefijado por el Destino) con el libre albedrío (poder decidir como individuo). A nivel macro, somos presos del Destino. A nivel micro, presos de nuestra libertad.


La dicotomía de control y el amor fati

Si has leído algo sobre estoicismo, los párrafos anteriores te habrán recordado a la dicotomía de control. Por un lado, las cosas que no podemos controlar: las prefijadas por el Destino. Por otro, nuestro ámbito de control: el libre albedrío.

  • Con lo que está bajo tu control, actúa.
  • Con lo que no, ámalo tal y como sucede. (amor fati)

«No busques que los acontecimientos ocurran como tú deseas, deja que sucedan como suceden, y todo te irá bien.»

Epicteto.

La adversidad, mejor como un reto

No quiero pecar de insensible. Hay gente que pasa por auténticos infiernos y quizás este mensaje no resuene con ellos. La idea de las líneas que vienen a continuación es llevar el amor fati a la práctica.

La vida es injusta. Recibirás castigos aunque no tengas culpa de nada. Ahora bien,¿ y si cambias castigo o injusticia por reto? ¿Y si piensas que el Destino te ha regalado una oportunidad?

La adversidad es de las pocas cosas que pueden probar tu carácter. Pocos son los afortunados que pueden hacerle frente. Los retos son oportunidades de crecimiento que construyen grandes personas y tú tienes esa posibilidad.

«La ausencia de retos, perjudica a los mejores.»

N. N. Taleb.

Para los estoicos, los eventos externos no son ni buenos ni malos. Simplemente son. Todo es parte del Destino. Iban a suceder de cualquier forma. La realidad es implacable. Lo que determina si es bueno o malo, es tu interpretación.

Fíjate en estas frases:

  • La vida es injusta y me está castigando. Todo lo malo me pasa a mi.
  • La vida me ha puesto un reto. Voy a dar lo mejor de mi.

En la primero, hablamos de injusticias y castigos, palabras con connotación negativa. En la segunda, de un reto. Los sucesos no son buenos o malos. Es nuestra interpretación la que los convierte en buenos o malos.

«Te conviertes en lo que le das tu atención.»

Epicteto.

Hay muchas opciones de afrontar los sucesos.

  • Puedes martirizarte y pensar que podrían haber sido de otra forma.
  • Los miles de grises entre las dos opciones.
  • Puedes aceptar y amar el proceso. Ver la adversidad como un reto.

Como no podían cambiar los sucesos, los estoicos eligen la última opción. Como lo que sucede es parte del proceso y no se puede cambiar, amaban el proceso. La adversidad, mejor como un reto.


Tu destino final: memento mori

Desde que aparecimos como especie hasta hoy, cada uno de nosotros tiene fecha de caducidad. Estás destinado a morir. Siento ser tan directo, pero si ya has llegado hasta aquí sabrás que el estoicismo es una filosofía que no se anda con tapujos.

Memento mori, era un recordatorio que los estoicos utilizaban para recordarse su mortalidad. Como escribió Marco Aurelio en sus Meditaciones:

A partir de tales criaturas, necesariamente así deben ser las cosas: y querer que no sucedan así es como querer que la higuera no produzca leche en sus higos. Dentro de poco tanto tú como él habréis muerto, y al poco, no quedará ni memoria de vuestro nombre.

Que la higuera produzca higos, es tan natural como la muerte de un ser humano. Son sucesos que ocurren porque así lo quiere el Destino.

Llevando el razonamiento estoico a sus últimas consecuencias, debemos amar la muerte en el momento que nos llegue. No debería preocuparnos porque así lo quiere el Destino. La muerte se escapa de nuestro control (al menos de momento).

Esto, también es aplicable a las personas que nos rodean. Muchos en vida, hemos visto como personas queridas dejaban este mundo. Los estoicos nos animan a amar incluso este tipo de sucesos.

Estás líneas son opinión personal. Aquí, discrepo con esta filosofía. Es muy difícil querer, e incluso amar que alguien muera. Con el tiempo puedes aceptarlo, pero no creo que hasta el punto de amarlo. Repito, opinión personal.


Recordar este principio

La mejor forma de aplicar este principio, en caso de que encaje en tu filosofía de vida, es con un recordatorio. Los hay de todas las formas y colores.

Ryan Holiday, uno de los mayores exponentes del estoicismo en habla inglesa, lo tiene tatuado en uno de sus brazos. En su proyecto Daily Stoic, incluso venden monedas con diferentes mantras. Una de ellas, recoge el amor fati con la frase de Nietzsche: «No solo soportar lo necesario … sino amarlo.

En Daily Stoic venden monedas con diferentes mantras. Una de ellas, recoge el amor fati con la frase de Nietzsche: "No solo soportar lo necesario ... sino amarlo."
Está en inglés y no nos pagan de momento. Si te animas a comprarla dile a Ryan que vas de nuestra parte.

Para cerrar el artículo, he recogido frases sobre amor fati para que puedas usarlas como recordatorio.

Quédate con la que más resuene contigo.

Marco Aurelio sobre amor fati

Queda como propio del hombre amar y buscar lo que el destino le ha urdido y deparado.

Todo lo que sucede estaba predeterminado y urdido por el conjunto.

Acepta las cosas a las que el destino te ata, y ama a las personas que el destino te trae, pero hazlo con todo tu corazón.

Séneca sobre amor fati

El destino conduce a quien lo acepta, y arrastra al que rehúsa admitirlo.

No hay nadie menos afortunado que el hombre a quien la adversidad olvida, pues no tiene oportunidad de ponerse a prueba.

La vida no ni es un bien ni un mal, es sólo ocasión de bien y de mal.

Epicteto sobre amor fati

No pretendas que las cosas ocurran como tú quieres. Desea más bien que se produzcan tal como se producen y serás más feliz.

Solo ha un camino a la felicidad: despégate de las cosas que no depende de ti.

También tienes las de Nietzsche en el primer apartado del artículo.

Escoge la frase que más te resuene para recordar este principio a diario.

Ama el proceso.

Ama lo que te sucede.

Amor fati.

Sergio -.