Nietzsche es el filósofo que afirma y abraza la vida tal como es, con sus cimas y sus abismos. El eterno retorno es el experimento mental que propone este filósofo para guiar nuestras acciones y sacarle todo el jugo al momento presente.

Para el filósofo-dinamita la moral debe estar orientada a incrementar el poder. El hombre es una fase que debe ser superada para dejar paso al superhombre. El camino propuesto, contiene tres etapas. La primera, el camello, se limita a cargar con los valores y la cultura vigente. La segunda, el león, destruye la pesada carga pero es incapaz de construir. La última, el inocente niño, crea un nuevo comienzo guiado por su voluntad. Emerge el superhombre, creador y destructor de valores, que encontrará en el eterno retorno, su guía vital.

Con estas pinceladas de la filosofía nietzscheana estás listo para descubrir el eterno retorno.

¿Qué es el eterno retorno?

Los adultos postergan por un hipotético futuro lo único que tienen, el instante presente. “Cuando acabe la carrera”, “cuando coja más experiencia”, “cuando cree mi propia empresa”… Nietzsche rompe con lo establecido. El superhombre destruye los valores vigentes con la fuerza del león y crea su propio sistema desde la inocencia del niño. Para guiar la vida de los que aspiran a la excelencia, Nietzsche lanza entre las líneas de La Gaya Ciencia un experimento mental:

¿Cómo te sentirías si un día o una noche un demonio se deslizara furtivamente en la más solitaria de tus soledades y te dijera: “Esta vida, tal como la estás viviendo ahora y tal como la has vivido [hasta este momento], deberás vivirla otra vez y aún innumerables veces. Y no habrá en ella nunca nada nuevo, sino que cada dolor y cada placer, cada pensamiento y cada suspiro y todo lo indeciblemente pequeño y grande de tu vida deberá volver a ti, y todo en el mismo orden y la misma secuencia – e incluso también esta araña y esta luz de la luna entre los árboles, e incluso también este instante y yo mismo. ¡El eterno reloj de arena de la existencia se invertirá siempre de nuevo y tú con él, pequeña partícula de polvo!”?

Eterno retorno y memento mori

El experimento debe ser tomado como un reto: ¿eres capaz de vivir una vida que merezca ser repetida eternamente? El rebaño busca formas de evadirse de la realidad. El superhombre mira a la vida a los ojos y la abraza. ¿Cómo valorar lo que tiene la vida de único e irrepetible? Pensando que se va a repetir eternamente y superando así el excesivo peso que le otorgamos al futuro. Memento mori. El instante es lo único que tienes. Vívelo sin miedo. Que merezca la pena repetirlo durante toda la eternidad.

Cada acción cuenta. Cada decisión importa. La vida está llena de momentos únicos y tu compromiso debe ser sacarles el máximo partido, sin olvidar los momentos difíciles, presentes en la vida de cualquier persona. Nietzsche no esconde la dureza de la vida dentro del cajón, Nietzsche te invita también a abrazarla.

No es fácil el reto y el filósofo lo sabe. El título que precede al experimento mental es una advertencia: “La carga más pesada”. Vivir bajo el eterno retorno te asfixia y te libera al mismo tiempo. Todos querríamos repetir los momentos más felices de nuestra vida, ese instante entre amigos, ese viaje descubriendo una cultura nueva o esa cena especial. Lo complicado del reto es responsabilizarte de toda tu vida, abismos incluidos. ¿Quién querría volver a repetir la muerte de un ser querido? ¿O el abandono de una persona a la que ama?

En los abismos, que nos construyen como persona, se esconde el verdadero reto. No puedes hacer trampas y asumir solo la responsabilidad de los momentos felices. Asumir el reto pasa por afirmar toda tu vida, sin excepción. Aquí aparece la segunda pieza del puzzle, el amor a tu propio destino: amor fati.

Eterno retorno y amor fati

“A todos nos han hecho la típica pregunta de qué cambiarias si pudieras viajar al pasadoLa respuesta de Nietzsche sería nada. Si le dieran la oportunidad de repetir los sucesos eternamente, cada una de las veces, elegiría lo que le ha sucedido”.

– Amor fati: aprende a amar el destino

El amor fatiel no-querer que nada sea distinto ni en el pasado ni en el futuro ni por toda la eternidad, está estrechamente relacionado con el eterno retorno. Para vivir una vida que merezca ser repetida durante toda la eternidad, debes aceptar los sucesos que te ocurren. Nietzsche, en lucha constante contra el conformismo, da un paso más: no solo debes aceptar lo que te ocurre sino amarlo.

El reto está claro: ¿estás dispuesto a vivir una vida que merezca ser repetida durante toda la eternidad?

Sergio -.

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