Nada es gratis. Todo tiene un precio: su mejor alternativa. Decidir teniendo en cuenta el coste de oportunidad es, en palabras de Charlie Munger, la base para tomar buenas decisiones.

“No existe tal cosa como un almuerzo gratuito.”

En este artículo entenderás el coste de oportunidad y cómo aplicarlo en tu toma de decisiones diaria. Después de leerlo, muy posiblemente, serás capaz de tomar mejores decisiones.

Deseos ilimitados, recursos limitados

La economía es la disciplina que estudia cómo las personas tomamos decisiones con recursos escasos y deseos ilimitados. Piénsalo, la vida está llena de escasez:

  • No tienes todo el dinero del mundo para comprar todo lo que te apetezca.
  • Tu día no tiene horas infinitas. Tiene 24. No puedes hacer todo.

Todos los recursos son escasos, no tenemos la cantidad suficiente para satisfacer todos los deseos. Lo vemos claramente en el tiempo y el dinero. Deseos ilimitados y recursos limitados implica elegir a qué deseos renunciar y en qué invertir los recursos.

¿Qué es el coste de oportunidad?

Cuando dices a algo que sí, dices que no a todo lo demás. Decidir implica renunciar. Nada es gratis. Siempre pagas el precio de su mejor alternativa. ¿Comprarte ese iPhone nuevo? Tendrás que renunciar a ese viaje con tu amigo.

Nada es gratis. Siempre pagas su coste de oportunidad. ¿Comprarte ese iPhone nuevo? Tendrás que renunciar a ese viaje con tu amigo.
Mi criterio: invertir mis recursos en experiencias.
Foto en el Castillo de los Condes de Gante (Bélgica).

El coste de oportunidad de una acción es su mejor alternativa. Me explico siguiendo con el iPhone. Si te gastas 1000€, ¿a qué has renunciado? La mejor alternativa a la que renuncias, es el coste de oportunidad.

Si trabajas no podrás pasar tiempo con tu novia. Si pasas tiempo en el sofá no podrás avanzar en ese proyecto que quieres sacar adelante. Todo tiene un precio y los economistas lo saben. El modelo de ocio-consumo [1] te ayuda a entender mejor el coste de oportunidad.

  • 1 hora más trabajada, 1 hora menos de ocio.
  • 1 hora más de ocio, 1 hora menos trabajada.

Mucho más que dinero

Dedicarle tiempo a ese proyecto que tanto quieres lanzar no es compatible con dedicar esas horas a entrenar. El coste de oportunidad también es salud.

Trabajar en esa empresa que realiza acciones poco éticas no solo no te permite trabajar en otro sitio, si no que daña tu reputación.

Pasar tiempo en Instagram mientras te comparas con tus influencers favoritos no solo no te permite dedicar esas horas a leer, también puede impactar negativamente en tu felicidad.

Lo que renuncias va mucho más allá de lo financiero. Si eliges una opción, pregúntate:

  • ¿Cuánto tiempo puedes perder?
  • ¿Cuánta salud puedes perder?
  • ¿Cuánta reputación puedes perder?
  • ¿Cuánta felicidad puedes perder?

El coste de oportunidad va mucho más allá del dinero. [2]

Decide con el coste de oportunidad

“En el mundo real, tu coste de oportunidad es en lo que tienes que basar tus decisiones«.

Charlie Munger.

Sigues leyendo, renunciando a estar con tus amigos, a leer Antifrágil o a perderte en el feed de Instagram. Consciente o inconscientemente has decidido que leer este artículo es un mejor uso de tu recurso más escaso, tu tiempo. Por suerte o por desgracia, nos acercamos ya al final.

Hell yeah or no.

Derek Sivers, un conocido emprendedor, músico y escritor, ha desarrollado un modelo mental para tomar decisiones: Hell yeah or no [3]. O sí de cabeza, o a otra cosa mariposa. Si decir que sí a una opción implica decir que no a todas las demás, tienes que ser muy selectivo con tus síes. Aunque, como casi todo, depende de tu contexto. Si eres un chaval que acaba de empezar a hacer cosas, tu coste de oportunidad será menor. Cada opción es un posible billete de lotería. El propio Dereck en los inicios de su carrera tocaba en sitios donde apenas ganaba dinero.

El coste de oportunidad es algo individual. Una hora de Cristiano no vale lo mismo que una hora mía. Un sí del bicho es mucho más difícil de conseguir porque su coste de oportunidad es mayor.

La utilidad de cada opción depende del decisor. En otras palabras: qué opción elegir depende de lo que más valores tú. Ver una película con amigos, jugar a los videojuegos, reventarte a trabajar, pasar tiempo en redes sociales o entrenar; decisiones que tendrás que tomar en función de qué es lo que valoras y cuáles son tus alternativas.

Entender que todo tiene un precio, te ayuda a priorizar y eliminar aquellas acciones que no son coherentes con la vida que quieres vivir.

Cuando vayas a decidir, no te olvides que todo tiene un precio.

Sergio -.

Notas, cortitas y al pie:

[1] Modelo de ocio y consumo: https://www.eco.uc3m.es/docencia/microeconomia/Transparencias/M5.pdf

[2] Traducido de un tweet de James Clear: https://twitter.com/jamesclear/status/1409544194222395395

[3] Hell yeah or No!: https://sive.rs/n